Darse Cuenta

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La Base hacia el Autoconocimiento y la Transformación Personal

“Darte cuenta de que no entiendes es una virtud. 

No darte cuenta de que no entiendes, es un defecto”

Lao Tze
Filósofo Taotista

Lao-Tse, considerado uno de los filósofos más relevantes de la civilización china, basó sus enseñanzas en el taoísmo filosófico, una concepción metafísica que comprende un sistema de pensamiento basado en el tao. 

El tao es un concepto metafísico mucho más rico en cualidades que un ente material, que trasciende sus limitaciones y las del mundo espiritual occidental. Es la guía del ordenamiento cosmológico, originándose en sí mismo desde lo metafísico y manifestándose en formas físicas. El tao nos invita a buscar la armonía y el equilibrio en nuestras vidas, a través del autodescubrimiento y la conexión con nuestro ser más profundo.

Durante nuestras vidas, a menudo nos encontramos con momentos en los que nos sentimos perdidos, confundidos o desconectados de nosotros mismos/as. En esos momentos, es fundamental cultivar la virtud de darse cuenta. Como dijo Lao-Tse: «Darte cuenta de que no entiendes es una virtud. No darte cuenta de que no entiendes, es un defecto». 

Sus sabias palabras nos invitan a explorar nuestra propia psique, a descubrir quiénes somos en realidad y en consecuencia, a abrirnos al potencial de crecimiento y transformación personal.

El darse cuenta, en el ámbito de la psicología, se refiere a hacer consciente lo inconsciente. Es el acto de reconocer plenamente los contenidos psíquicos (mentales) y emocionales que habitan en nuestro inconsciente. Aquellos contenidos que podemos considerar quizá como negativos, vergonzosos o reprobables pero que forman parte integral de nuestra psique y que el psicólogo Carl Gustav Jung, denominó “sombra”. 

Al hacer conscientes estos contenidos e integrarlos podemos comenzar a renombrarlos para así empezar a poder sanar las heridas que puedan estar asociadas a ellos.

Darse cuenta implica despertarnos, hacer visible lo que antes estaba oculto en las profundidades de nuestro ser. A menudo, nos encontramos sufriendo sin entender exactamente qué nos pasa. El darse cuenta nos permite explorar nuestras emociones, pensamientos y sensaciones físicas, tanto en nuestro mundo interno como en el mundo externo que nos rodea. 

Entonces el darse cuenta tiene que ver con despertarnos, hacer visible lo que antes estaba invisible. Es un proceso a través del cual la persona establece la relación entre su interior y su exterior. A través del darse cuenta puede percibir qué es lo que está ocurriendo en su vida, la manera en que lo realiza y hacia dónde se dirige. Y es que no ser capaces de saber exactamente qué nos pasa, nos genera mucha angustia y sufrimiento.   

Fritz Perls, hizo hincapié en la importancia del darse cuenta. En su enfoque terapéutico, identificó 3 áreas fundamentales del darse cuenta: 1) el darse cuenta del sí mismo, 2) el darse cuenta del mundo y 3) el darse cuenta de la fantasía.

1) Darse cuenta de sí mismo  o darse cuenta del mundo interior.

Nos invita a poner atención a nuestras sensaciones, emociones y sentimientos internos. Nos permite establecer un contacto profundo con nosotros mismos/as, fomentando la auto-observación y la exploración de nuestras experiencias internas. ¿Qué siento? ¿Dónde lo estoy sintiendo? ¿Qué pienso? ¿Qué sensaciones físicas tengo en este momento? 

Tomar conciencia permite no solo percibir lo que se está haciendo sino también la manera que se realiza, qué es lo que se necesita y la forma en que se puede o no se puede lograr lo que se necesita. La toma de conciencia de lo que sucede, es un estado de conciencia que se presenta al focalizar la atención hacia el límite de contacto entre el organismo y su ambiente (Enright, 1989).

En resumen, al cultivar la conciencia de nuestro mundo interno, podemos comprender mejor nuestras necesidades, deseos y motivaciones.

2) Darse cuenta del mundo exterior  

Nos conecta con los objetos y acontecimientos que ocurren más allá de nuestra piel, es decir, se relaciona con todo lo que percibimos a través de nuestros sentidos y que proviene del mundo exterior, en definitiva los acontecimientos del mundo que me rodea. Estas percepciones del mundo externo, es la forma de sentir: lo que percibo, toco, oigo, huelo y saboreo que están en función de mi forma de percibir y de ser, que se ha ido configurando de acuerdo con los aprendizajes y los rasgos de personalidad.

3) Darse cuenta de la fantasía.

Se trata de hacernos conscientes de todo lo que pensamos y está en nuestra mente. Aquí es donde residen nuestras fantasías que abarca el pasado y el futuro, ilusiones, adivinar, imaginar, recordar el pasado, predecir o anticipar el futuro…. Al explorar esta zona, podemos descubrir los prejuicios, los conceptos arraigados, las fobias y las ideas preconcebidas que nos pueden estar limitando. Tanto nuestra idea imaginaria del futuro como nuestro recuerdo del pasado, esta actividad mental nos aleja de vivir el presente. Gran parte del proceso terapéutico consiste en desafiar y reevaluar estas creencias arraigadas permitiendo así un mayor crecimiento personal y una visión más amplia del mundo. 

En definitiva, el darse cuenta es una herramienta poderosa para conocernos a nosotros mismo/as. Nos ayuda a comprender nuestras emociones, percepciones y acciones, tanto a nivel corporal, emocional y mental. 

Una frase que digo constantemente en sesiones es: No se puede cambiar si no eres consciente, primero se consciente y luego vendrá el cambio por sí solo, sin esfuerzo, pero el primer paso es ser consciente.

Darse cuenta nos permite identificar nuestras preferencias, nuestras habilidades, nuestras maneras de pensar/actuar y nuestras formas únicas de enfrentar la vida. Siendo este proceso de autoconocimiento, un paso en nuestro recorrido hacia una mayor satisfacción y plenitud en la experiencia de la vida. 

Si te encuentras en un punto de tu vida en el que sientes la necesidad de profundizar en tu autoconocimiento, a través de un proceso terapéutico y deseas que te acompañe. Puedes solicitar una sesión de valoración, haciendo click aquí.

Recuerda, el darse cuenta es el primer paso hacia la transformación personal. Permítete explorar tu mundo interno, conectar con el mundo que te rodea y liberarte de las cadenas de tus fantasías limitantes. Estoy aquí para apoyarte en este proceso de descubrimiento y crecimiento. 

El poder está en tí, para dar el primer paso hacia una vida más consciente y satisfactoria. Darse cuenta es despertar, abrir los ojos y experimentar la vida bajo otra visión. Una más atenta, amable, calmada, compasiva, congruente y elevada.

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En resumen… Aprender más de ti para vivir mejor.

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